David Flores es un usuario de silla de ruedas que a través de sus charlas motivacionales nos entrega su historia de vida de la que se pueden desprender tópicos como superación personal, resiliencia, positivismo, liderazgo y emprendimiento.
Cuando me informaron de las pocas probabilidades que tenía de sobrevivir prácticamente acabaron con mis esperanzas y la de los seres que me rodeaban, fue un golpe muy duro el saber que me iba a morir, se me vino el mundo abajo.
Cuando sucedió eso buscamos información, pero no encontramos. Justamente eso me motivó a compartir mi experiencia, quiero mostrar que hay un caso que logró levantarse, que logró salir adelante, que logró sobreponerse a la difícil prueba que le puso la vida.
Acá les dejo el texto del primer video:
Hola
En los siguientes videos voy a contarles mi historia, a modo de hechos y luego voy a tomar esos hechos y contarles la forma en que me sentí en esos momentos.
Mi nombre es David Flores. Hace 27 años nací en la ciudad de Santiago.
A mediados del año 1999 nos trasladamos junto a mi familia, compuesta por mi hermano Miguel, mi madre Marta y mi padre Miguel, a la ciudad de Osorno. En ese entonces cursaba primer año de enseñanza media.
En el año 2002 conocí a Jennifer, quien más tarde se convertiría en mi novia y pilar fundamental en mi operación.
Al siguiente año ingresé a La Pontificia Universidad Católica de Chile a la carrera de Ingeniería Civil en Computación, por lo que regresé a Santiago, a vivir a la casa de mi tía para cursar mis estudios.
Entre los años 2005 y 2008 fui bastante feliz y llevaba un estilo de vida que me tenía muy conforme.
Mientras estudiaba hice clases en dos institutos, de matemática, diseño web, inglés, redes e introducción a la computación. También trabajé como asistente en el área de desarrollo informático y soporte de un instituto de nombre “Escuela de Asistentes Técnicos”.
Fui cofundador de un proyecto que llevaba por nombre “Música Clásica”, el cual se dedicaba a vender los servicios de músicos doctos para eventos.
Fui manager de Jennifer, quien inició una carrera como cantante y le ha ido bastante bien, tiene su fans club, su sitio web, su disco y viajamos por muchas ciudades de Chile en donde la contratan para cantar en eventos.
Realizaba proyectos para un amigo que trabaja en una agencia de publicidad y me tocaba hacer la parte de las funciones de programas computacionales y ellos se encargaban de que se viera bonito.
En definitiva llevaba una vida bastante buena.
Luego me mudé a la casa de otro tío, también en Santiago, con la finalidad de terminar mis estudios.
El año 2009 comencé en febrero con un dolor de cabeza, muy leve, por lo que no le di importancia. Luego ese dolor estuvo acompañado de vómitos y aumentó en frecuencia e intensidad.
A finales de noviembre salí junto a Jennifer a realizar mis actividades normales. Al mediodía me sentí muy mal por lo que le pedí que fuéramos a su casa, que quedaba en un departamento en un cuarto piso.
En la noche iba a salir con unos tíos y mi hermano a comer. Pasaron a buscarme mis tíos y mientras bajaba las escaleras iba con un muy fuerte dolor y abundantes vómitos así que Jennifer les pidió que por favor nos llevaran a la urgencia en vez de ir por mi hermano.
Una vez en la urgencia me realizaron una resonancia magnética y mi diagnóstico fue un tumor de cinco centímetros ubicado en el cerebelo. Eso es casi como tener una pelota de tenis en la cabeza.
Luego de analizar el caso, los médicos decidieron que era necesario operar. Para ello me hicieron firmar una autorización en la cual describían todos los riesgos de la operación. Estos incluían tener un cuatro por ciento de probabilidades de sobrevivir y en caso de hacerlo quedaría ciego, sordo, mudo, sin olfato, sin gusto y sin la posibilidad de volver a caminar. Es decir, en caso de sobrevivir me iban a faltar las ramitas nada más para parecer un vegetal.
Por lo que me contaron la operación del tumor duró diez horas y me instalaron una “válvula derivativa” que tiene por misión eliminar los líquidos del cerebro, propios de ese tipo de operación, con la finalidad de hacer descender la presión intracraneana.
Cuando me intervinieron fueron capaces de extraer el setenta por ciento del tumor. Luego de dos horas presenté una complicación, por lo que debieron operarme nuevamente, esta intervención duró 6 horas.
Me imagino el mal momento que deben haber pasado toda la gente que me quiere al tener que esperar por tanto tiempo, con impotencia al no poder hacer algo por salvar la vida de un ser querido, simplemente esperar.
Esa complicación fue una hemorragia e hizo que se soltara el treinta por ciento del tumor que quedó, este tapó la válvula, por lo que me subió la presión intracraneana y sufrí un infarto.
Hola David
Qué bueno saber de ti por esta web, ya que no te veo desde el 2010. Me llamó la atención tu reflexión ahora respecto a la importancia que le das a la pareja en la vida de cualquier persona. Yo estoy muy de acuerdo contigo, pues creo que es por lo que uno se esfuerza en último término: la pareja y los (futuros) hijos. Ojalá te encuentres mejor. Un saludo cordial
Debes seguir con charlas motivacionales, porque creo que tendrás mas cosas que contar de tí, que te suceden día a día y personas que ya te conocemos, vamos a estar pendiente de como te ha hido y cuanto te falta para cumplir tus metas.
davichooooo =)..... Dios tiene un proposito para ti
si no te hubiera conocido antes amigo y solamente te hubiese visto ahora, yo habria dicho que la vida no es hermosa, solamente la fe,la esperanza, y la voluntad de dios te hacen crecer coomo persona, ademas que la fuerz y el apoyo de tu familia a sido una fuerza que mueve muchas montañas. fe en el futuro juntos se pueden sortear muchos obstaculos. un saludo afectuoso y cariños amigo David
Fuerza hermano , entre mas dura la batalla, mas glorioso es el triunfo.
un abrazo
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